jueves, 8 de mayo de 2008


¡Bienvenidos al gran teatro infantil! En él experimentaremos sensaciones indescriptibles que hagan volar nuestra imaginación y hará palpitar nuestros humildes corazones.
Esperamos que paseis un buen rato con nosotros y disfruteis de este mundo tán maravilloso como es el teatro infantil.
Si quereis participar de manera directa y hacer más grande y colorido esta fantástica familia donde todos opinamos, no dejeis de hacerlo en ningún momento.
¡Ánimo!


Esta entrada ha sido realizada por todos los miembros del grupo.




Teatro infantil


"Es difícil hacer teatro para niños. Se trata de buscar su nivel sin agacharse" (Alejandro Casona).


El concepto de teatro infantil comprende al menos tres clases de obras: los textos escritos por niños y adolescentes; escritos para ellos, como una clase de lector modelo (según el concepto de Umberto Eco); o los que la tradición literaria ha considerado adecuados para ellos. En el segundo sentido, y sobre todo cuando se requiere la precisión, es frecuente hablar también de teatro para niños.



Esta entrada ha sido realizada por Mireia Luque Márquez.

Posición del teatro en el moderno mercado editorial

En el mercado literario supone, actualmente, una producción secundaria, a mucha distancia de la narrativa y por debajo también de la poesía infantil; por atención crítica también ocupa el tercer lugar de la tríada de géneros.

En general, los textos se encuentran en colecciones especializadas de editoriales también especializadas; las tiradas son cortas y las reediciones, escasas. En España, algunas de las editoriales que publican teatro para niños son: CCS (que cuenta con las colecciones "Galería del Unicornio" y "Escena y Fiesta"), ASSITEJ-España (Teatro), Ediciones de la Torre ("Alba y Mayo Teatro"), etc. Además, algunas generalistas españolas, como Everest (que cuenta con las colecciones "Montaña Encantada - Serie Teatro" y "Punto de Encuentro - Teatro") o Anaya (colección "Sopa de Libros Teatro"), lo incluyen en su producción para institutos; justamente en los institutos de enseñanza secundaria es donde es más frecuente hallar talleres de teatro representados (y más raramente, escritos) por los propios adolescentes.

Además de las colecciones tradicionales, actualmente, se puede acceder libremente a textos teatrales para niños a través de Internet, gracias a portales como el Portal de Literatura Infantil y Juvenil o el Portal de la Asociación de Autores de Teatro, ambos de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Esta entrada ha sido realizada por Ana Martín García.

Autores que han escrito teatro para niños

Son muchos los autores teatrales conocidos por su teatro para adultos que han escrito igualmente teatro para niños. Entre ellos se encuentran: Jacinto Benavente (El príncipe que todo lo aprendió en los libros), Alejandro Casona (Retablo jovial, Pinocho y Blancaflor), Federico García Lorca (La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón), Lauro Olmo (quien escribió junto a su compañera, Pilar Enciso: La maquinita que no quería pitar, Asamblea general, El león engañado, El león enamorado y El raterillo), Alfonso Sastre (El circulito de tiza), Carlos Muñiz, José Luis Alonso de Santos (Besos para la Bella Durmiente), Jesús Campos García (Blancanieves y los 7 enanitos gigantes, La fiera corrupia), Ignacio del Moral (Los enredos del Gato con botas), Alberto Miralles (En busca de la Isla del Tesoro), Tomás Afán (Pim, pam, clown), Juan Luis Mira (Barriga), etc.


Además, hay una serie de autores que se han dedicado plenamente a la producción literaria y teatral para niños, como Fernando Lalana (Se supende la función), Fernando Almena (Los pieles rojas no quieren hacer el indio), o Montserrat del Amo (Zuecos y naranjas).


Esta entrada ha sido realizada por José Daniel Moreno Castillo.

LA LEYENDA DEL DRAGÓN DEL PATRIARCA


Valencia en el año1392; Es una ciudad que esta creciendo muy deprisa. En ella conviven tres culturas: La Cristiana, la Mora y la Judía. Se han ampliado las murallas, y acaba de aprobarse el proyecto de la construcción de una gran puerta de entrada a la ciudad; La puerta de los Serranos.

El espacio escénico se divide en dos. A saber: A.- Abierto desde principio y donde se desarrollara toda la acción menos los que se indique “ESCENA DE..” y B, en el que se desarrolla “ESCENA DE..”

Al comenzar la acción escénica, empieza a sonar por megafonía, tema musical 1 de este montaje escénico. Es de día en una jornada festiva

Personajes con ropas de la época, discurren por la platea, que se supone es una plaza céntrica de la ciudad

UNA MUJER APARECE EN LA PLATEA GRITANDO...

Mujer.- Otro, otro,

Los demás.- ¿Qué pasa?

TODA LA GENTE SE REUNE, Y COMIENZAN A HABLAR MIENTRAS LA VOZ EN OFF SE PONE EN ACCION.

VOZ EN OFF.-(Tema musical 2) Hace muchos años, en las cercanías del río Guadalaviar, al que ahora conocemos como río Turia. Habitaba un extraño y temido animal, al que llamaban el Dragón, dice la leyenda, que atacaba a la gente que se acercaba al río, que los dejaba sin brazos, sin piernas y también sin cabeza. Por ello el pueblo estaba aterrorizado. Había que hacer algo, pero la pregunta era ¿que?.

El cañón de luces, ilumina un teatro guiñol. Unos títeres comienzan a interpretar un guión.

Niño 1 .- Laran, laran,larito, me voy al río a darme un bañito.

Niño 2 .- Cantando vas, al río llegaras, no sabemos si volverás.

Niño 1.-¿Por qué no he de volver? Si a los de mi casa luego quiero ver?

Niño 2.- ¿No estas enterado?

Niño 1 .-¿De que?

Niño 2 .- De la existencia de un dragón al que llaman el terrible tragón.

Niño 1 .-¡Dragones a mí! Yo soy muy valiente, conmigo no podrán

Niño 2 .- Ojalá estés en lo cierto, pero mira, mira al paje del virrey, que por ahí se acerca.

Paje.- ¿Qué hacéis por estos lugares? No os acerquéis al río. El dragón ya se ha merendado hoy a un labriego y un pescador.

Niño 1 .- ¿Merendado quiere decir comido?

Paje.- Así es.

Niño 2 .- Pues ya ha comido bastante, vamos para casa.

Paje.- Hacéis bien. (Mutis del 1 y 2.) Estos niños, estos niños, no se dan cuenta de lo peligroso que es hoy en día pasear cerca del río

El Virrey.- Te buscaba Paje.

Paje.- Decidme señor Virrey ¿Que ocurre ahora?

El Virrey.- El dichoso dragón del río. Hay que buscar un valiente que se atreva a enfrentarse a él.

Diablo.-(Aparece y desaparece sin ser visto por El Paje y el Virrey)

Paje.- No hay forma señor, nadie es tan torpe y valora tan poco su vida, como para enfrentarse a ese terrible animal.

El Virrey.- ¿No hueles a azufre?

Paje.- Puede ser

El Virrey.- Si, a mi me ha parecido. No me gusta ese olor. Vamos a Palacio.

Paje.- A la orden Jefe, digo...Virrey (Mutis de los dos personajes)

El Diablo .- Je, je, je, como me lo estoy pasando de bien, me meto en el cuerpo de un caimán y lo he convertido en Dragón, je je je, y los asusto a todos. Je, je, je, ¡Que malo soy! Y que guapo. A que si , a que soy guapo ¿Verdad peques que soy muy guapo? ¿Cómo que no?

Soy guapo y estupendo. Decís que si. ¿Verdad? Je, je, je, por cierto recierto, veo muchos niños y niñas aquí, os pregunto, ¿Os venís a la orilla del río a dar un paseito.? ¿Cómo? ¿Que?

VOZ EN OFF .-(Tema musical 3) El dichoso dragón, estaba en boca de todos; Hasta los titiriteros, hacían teatro con lo que se contaba ..., pero...,¿ Que había de cierto en todo eso? ¿Llego a existir, un dragón en las orillas del río Guadalaviar, hoy conocido como río Turia .? ¿O fue únicamente una leyenda fabricada a raíz de una piel de caimán que podéis contemplar en la Iglesia del Patriarca, de la ciudad de Valencia? Llegado a este punto de la historia, quisiera que habláramos un poco sobre el dragón; Si. Vosotros y Yo. Primero tendré que presentarme, me llamo Raquel , y dicen que soy descendiente de uno de los personajes protagonistas de la Leyenda del Dragón del Patriarca. De Carbucco. ¿Qué quien fue Carbucco? Por partes. Primero quisiera saber que pensáis de los dragones.(Aquí surge en el patio de butacas, un actor que hará preguntas al publico sobre que opinan de los dragones. Finalizadas las preguntas y respuestas, volverá a escucharse la voz en off.)

VOZ EN OFF .-(Tema musical 4 ) Seguimos con el relato. Habíamos visto en un teatro de títeres, que se hacía alusión al diablo como que podía estar metido en el dragón. Si era así, el dragón tenía que ser muy poderoso, y muy difícil de vencer. Solo hay algo que puede vencer al diablo; La astucia. Y aquí es cuando surgió mi antepasado; Mi tío Carbucco . Os cuento.(Aparece una mujer )

Mujer 1.- Hoy es fiesta en Valencia con motivo de aprobarse el proyecto de la edificación de la nueva puerta de la ciudad, que llevara el nombre de Serranos, y para ello, van hacer acto de presencia, grandes artistas, venidos del otro lado del mar.

Mujer 2.-(Aparece, hacia el lado de la Mujer 1 y le dice algo al oido.)

Mujer 1.- Me dicen que después de la fiesta, el Virrey os dirigirá unas palabras en relación con el problema que nos preocupa a todos. El Dragón. Y mientras, presenciemos la actuación de.................................................que va a hacer cosas imposibles gracias a su magia. (Actuación de un Ilusionista, vestido de árabe)

TERMINADA LA ACTUACIÓN DE , APARECERÁ EL VIRREY.

Virrey.- Escuchadme pueblo de Valencia. Estamos enterados del mal que esta haciendo un extraño animal que se ubica a orillas del río Guadalaviar y al que llamáis El Dragón. Nos. Preocupado por la existencia de ese grave problema, hemos aceptado la oferta de un valiente ciudadano, para que se enfrente al Dragón y conseguir su eliminación. Estar pues, tranquilos. Seguid presenciando los artistas que con motivo de la fiesta , han venido a visitarnos desde lejanas tierras.

Mujer 1.- Desde el Oriente nos llega ........................................, con sus especiales habilidades; Admirarle y aplaudirle .

FINALIZADA LA ACTUACIÓN DE ..........................

VOZ EN OFF.-(Tema musical 5) La ciudad ya no tenía nada que temer. El Dragón, ya no volvería a molestar. Sería eliminado.

POR LA PLATEA, SURGEN MUJER 1 Y MUJER 2, VAN REPARTIENDO FLORES Y QUINQUILLERIA

Mujer 1 .- Esta noche es. Un valiente ciudadano llamado Carbucco, va ha tener el valor de enfrentarse al dragón. Fíjate si nos quiere. Va arriesgar su vida por librarnos a todos de ese terrible animal, que según dicen esta poseído por el demonio.

VOZ EN OFF .-(Tema musical 6) Así andaban las cosas. El pueblo estaba convencido de que un valiente ciudadano, por solidaridad con los demás vecinos, iba a exponer su vida enfrentándose al dragón. Lo cierto es que Carbucco, no era un ciudadano corriente. Se trataba de un condenado a muerte al cual le eximían de su pena y le dejaban libre si se enfrentaba al dragón .

ESCENA DE ...Carbucco y Paje

Carbucco.- No me dejáis otra opción. Pero con una condición. Tenéis que devolverme a mi casa, y dejarme allí dos días, con todos los enseres que en ella había cuando me detuvisteis, y con comida y bebida buena y abundante. Tengo que prepararme para el enfrentamiento con el Dragón. FIN ESCENA.

Mujer 1 .- (Dirigiéndose al publico, acompañada de Mujer 2)Carbucco no va a tardar en acercarse a la orilla del río, ¿Nos acompañáis? (Las dos mujeres, recogerán a no mas de diez niños o niñas, a los que les pondrán unas guirnaldas y les darán unos instrumentos . Les explicaran que tienen que hacer mucho ruido para despertar al dragón que duerme en su guarida.)

Ciudadanos con linternas o candiles se van agrupando.

Carbucco, aparece llevando una tela de saco que le cubre el cuerpo y una lanza en una mano.,cruza la escena acompañado de los ciudadanos

Mujer 1 .- ¡Que valiente este Carbucco! ¡Se va a enfrentar el dragón , solo con una lanza!

A LOS NIÑOS. Empezar a hacer ruido como os he dicho antes (El resto del público de la platea, puede colaborar , diciendo Dragoón ,gong, gong,gong, dragoón, y repitiendo hasta que Mujer 1 diga BASTA)

ESCENA DE.........Carbucco

APARECE HUMO DE COLOR ROJO QUE INUNDA EL ESCENARIO. CARBUCCO, SE QUITA EL SACO Y QUEDA CON UNA CORAZA TODA CUBIERTA DE ESPEJOS. VÁ HACIA A UN LADO DONDE SE SUPONE QUE ESTA EL DRAGON.(Se oye rugir al dragón)EL RUIDO DE LOS NIÑOS Y EL PUBLICO DEBE DE IR IN CRERCENDO ANIMADO POR MUJER 1 Y MUJER 2. ESTE INSTANTE ESCENICO SE SUBRAYARA CON FLAXES ELECTRONICOS ,Y TIMBALES (Grabación). APARECE DE NUEVO CARBUCCO, ALGO MANCHADO DE SANGRE.

Todos.- Lo ha conseguido.

Carbucco.- Soy libre.

Todos.- Viva, viva..

SE ENCIENDEN LAS LUCES DE SALA, Y SE ESCUCHA DE NUEVO LA VOZ EN OFF.

VOZ EN OFF.-(Tema musical 7) (Aparece en escena Carbucco, que muestra su coraza) Y así, con una coraza cubierta de espejos, mi antepasado, consiguió asustar al dragón. Ocurrió lo siguiente: El dragón al ver su imagen feroz reflejada en cada uno de los trozos de espejos que cubrían la coraza, penso.- Son muchos para mí; Y se fue hacía atrás asustado y con la boca abierta. Este fue el instante en el que Carbucco le introdujo la lanza entre sus fauces.

Y esta, niños y niñas, señoras y señores, es una versión de una leyenda que de boca en boca, ha ido pasando los años y los siglos. La leyenda del dragón del Patriarca.

¿Os ha asustado? Esperamos que no mucho. Y deseamos que ahora festejéis con nosotros el triunfo de Carbucco, y aplaudamos la salida del Dragón. Si, pero no el feo y diabólico, sino uno divertido. Adelante.

SUENA EL TEMA MUSICAL 8. A LA VEZ QUE ENTRA EL DRAGON FESTIVO POR LA PUERTA DE PLATEA, Y ACOMPAÑAN LOS NIÑOS Y NIÑAS, Y LOS MAYORES CON PALMAS; LLEGA AL ESCENARIO DONDE HACEN UN CORRO TODOS LOS PERSONAJES QUE HAN PARTICIPADO EN LA OBRA, DANZANDO UNOS MOMENTOS. FINALIZANDO ASI LA REPRESENTACIÓN.


FIN


Esta entrada ha sido realizada por Mireia Luque Márquez.




La Nochebuena de Manolito


ACTO PRIMERO
Érase una vez, en la costera y milenaria ciudad de Cádiz, modernizada hoy en día con grandes edificios, anchas carreteras, vías de tren, etcétera, vivía la familia de Manolito. Vivían en la tercera planta de un edificio llamado "Delfín", en el portal número siete; igual que el número de añitos que había cumplido hacía sólo un par meses. Manolito no tenía hermanos ni hermanas, pero sí tenía muchos primos y primas, con los que pasaba la fiesta de Nochebuena en su casa, ya que esta vez, en aquel año 1999, fueron sus padres los que invitaron a los demás familiares para celebrar la Nochebuena. Y así entonces, en un lado del comedor, Manolito observaba a dos de sus primas mayores que estaban retocando los adornos del árbol de Navidad. -A mí me gustaba como estaba antes- opinó Manolito con simplicidad. -Las guirnaldas estaban muy desordenadas- dijo una de ellas. -Sí. Le preguntamos a tu madre y nos dijo que podríamos retocarlo- dijo la otra. -Pero las bolas de colores las puse bien- comentaba de nuevo Manolito-, no hace falta que las "retroquéis". -Se dice retoquéis, no retroquéis- habló de nuevo la primera, en tono burlesco. -Tú eres muy pequeño y no entiendes de estas cosas- añadió la segunda, cambiando de lugar una de las bolas que anunció Manolito. Pero Manolito recordó que su madre le decía: "los tontos son los que se burlan de los demás, porque irritan a las madres y acaban todos castigados, pero si no les haces caso no pasa nada". Así que no se enfadó, y se marchó al salón, donde jugaban los primos de su edad inflando globos que repartía uno de los titos. El tito le dio entonces uno de la bolsita diciéndole: -¡Toma, Manolito!. ¡A ver si somos capaces de inflarlos todos!. Entonces se puso a inflar con mucha fuerza y rapidez. Tanta, que en uno de los soplidos perdió el equilibrio y cayó encima de un globo ya inflado cual hizo explotar. El tito y sus primos se troncharon de risa mientras Manolito, que al principio se había asustado, observaba que no había pasado nada, de forma que igualmente se desarmó de risa junto a los demás. -¡No importa que se haya roto- decía Manolito entre risas-, porque éste ya está lleno!- enseñó el que acababa de inflar, el cual no hubo soltado a pesar del susto. -¡Pues, "ala", dámelo con cuidado que voy a hacerle el nudo, y toma este otro!- le dijo de nuevo el tito. Pero antes de empezar a inflar el nuevo globo, Manolito se fijó en la televisión, la cual tenían encendida porque también estaban viendo unos dibujos animados. Pero lo que Manolito observaba era un anuncio de publicidad en el que se veían a unas familias muy pobres viviendo en casas muy antiguas, con pocos muebles, sin adornos de Navidad, y unos niñitos jugando con apenas unos tacos de madera. Entonces, la voz del anuncio dijo: "llévales tus juguetes usados; deposítalos en los recipientes de los supermercados". Seguidamente se puso un poco triste y fue a la cocina, donde las titas, su madre y la abuela hacían los preparados para la cena. En la entrada se cruzó con su padre, el cual se dirigía a la salita llevando un par de vasos largos llenos con eso que llamaban cubata. -¡Cuidado, Manolito, que te lo echo encima!- le dijo oportunamente apartando los brazos. -¡Uy!- expresó él, deteniéndose. Entonces, los titos bromearon desde la salita: -¡Eh, Manolito, las chucherías de los mayores valen mucho dinero, así que dile a tu padre que no la derrame!. -¡No se me ha caído nada, quejones!- prorrumpió el padre acercándose a ellos. Manolito entró definitivamente en la cocina, sonriente. Sin embargo recordó el anuncio que vio en la televisión y volvió a sentirse triste. Se acercó a la madre, le tiró del delantal, y le dijo: -Mamá, yo voy a darle mis juguetes viejos a los niños pobres. Entonces una de las titas comentó: -Lo mismo me dijo mi Cristina ayer cuando vio el anuncio en la tele. La madre le respondió: -Claro que sí. Recuérdamelo cuando salgamos a comprar, y meteremos los juguetes en una bolsa, ¿vale?. -¡Vale!. ¡Pero lo voy a hacer ahora mismo!- dijo él saliendo de la cocina. -Mejor otro día, Manolito, ahora podrías ayudar a la abuela- le dijo con dulzura. -Yo también quiero ayudar- expresó Cristina que venía del salón-. ¡No sé como no se cansan de inflar tantos globos, uf!. -¡Claro!- le dijo Manolito tirando del delantal de la abuela. Entonces, la abuela le dijo a los dos: -Pues a ver, artistas, traedme tres huevos de ahí de la mesa para terminar la masa de las croquetas caseras. -Y quita la botella de champagne del filo; no se vaya caer al suelo- advirtió una de las titas. -Abuela- decía Cristina-, ¿por qué a los demás primos no les gustan tus croquetas?. -Porque a todos no les gustan, pero a vosotros sí, y a los titos también- dijo la abuela. -¡Están muy buenas!- expresaba Manolito-. Y el abuelo decía que eran las mejores del mundo. -Porque tienen muchas propiedades buenas- corroboró la abuela-. Traedme la canela, anda, cielos. -¡Voy!- dijeron los dos a la vez. Pero al ver que su prima se había adelantado, Manolito se quedó junto a la abuela y le dijo: -Abuela, el abuelo nos ve desde el cielo cómo hacemos las croquetas, ¿verdad?. -Por supuesto que sí- respondió ella, que seguidamente se acercó al oído de los dos y dijo en voz baja: -Así que te tenemos que hacerlas muy bien, ¿eh?. Los dos se miraron sonrientes y se acercaron a la mesa para esperar lo que les pidiera, como si fueran dos guardianes romanos del portal de Belén. Y así, y así, a lo largo de la divertida fiesta, el papá de Manolito enseñó a éste junto a los demás atreviditos primos, a cómo sujetar las bengalas encendidas. Después los llevó a la calle para que vieran cómo estallaban unos petardos que tenía guardados. Y es que se notaba que el papá de Manolito, cuando era niño, fue un travieso pirómano. Seguidamente, en el salón, paró la música que se oía incansablemente en el equipo de música y les dijo: -¿Qué tal si ahora descansáis un poco en el sillón viendo una película de dibujos animados?. -¡Sí!- decían todos y todas mientras él se dispuso a colocar la cinta en el aparato de video. -¡Trae, tito, yo sé poner la cinta en el video!- le dijo una de las primas mayores de Manolito. -De acuerdo, de acuerdo- expresó él. Asimismo se marchó a la salita, donde había otra televisión y le esperaban los otros mayores para jugar a las cartas, los dados, u otros juegos mientras oían esos programas de chistes y música. Entonces, mientras los peques veían la película embobados, Manolito se fijó en el bello portal de Belén que tenían montado sobre una consola bajo la ventana que daba al exterior. Se levantó del sillón agachado para no molestar la visión de los primos con la tele, y se acercó fijándose en el establo del Belén, hecho de corcho y en las figuras de plástico del niño Jesús y demás, lo que le hizo recordar de nuevo aquel anuncio de televisión sobre las familias que eran pobres. Seguidamente enchufó el cable de las bombillitas de colores y el portal se iluminó. Una bombillita roja iluminaba una fogata que le enseñó hacer su madre, y otras bombillitas amarillas iluminaban el establo, etcétera. Manolito sonrió y levantó la vista hacia la ventana, donde observó algunas estrellas, ya que el cielo estaba en parte despejado de nubes, y recordó aquella otra gran idea que le dio su madre de colocar el Belén justo ahí, para que el cielo fuera auténtico. Sonrió de nuevo y mantuvo la sonrisa hasta que se asomó a la ventana subiéndose sobre un hueco de la consola. Observó entonces a un harapiento hombre con su hijo, al cual le decía mientras cruzaban por un basurero: -¡Mira, nos llevaremos esa mesita para la televisión!. -¡Es verdad!- respondía el hijo. Entonces, Manolito volvió a sentirse triste. Pero se sentó otra vez en el sillón y continuó viendo la película con sus primos, intentando olvidarlo. Cuando acabó la fiesta en mitad de la noche y los familiares se despidieron hasta el día siguiente, los padres de Manolito le llevaron a su habitación casi dormido, y en la cama le preguntaron: -¿Te lo has pasado bien?. -No mucho- respondió con un poco de pena. -¿Por qué?- preguntaron el padre y la madre al mismo tiempo. -Porque las familias pobres no pueden pasar las navidades como nosotros. -Pero cada cual hace lo que puede, y tú mañana vas a llevarle los juguetes viejos- le dijo ella. -¡Sí!- sonrió Manolito. -¡Además- añadía el padre-, si una familia está unida nunca será pobre!. Manolito asintió con la cabeza. Sus padres le dieron un beso de buenas noches y se durmió con su pequeña conciencia tranquila.

ACTO SEGUNDO
Sin embargo, no a mucho de dormirse, alguien le siseó desde la misma puerta de su habitación, una y otra vez, hasta que se despertó y distinguió la silueta de una persona que estaba asomada. Entonces la silueta se acercó poco a poco a la cama y le dijo en voz baja: -Hola, Manolito. -¿Quién eres tú?- le preguntó, también en voz baja. -Soy el abuelo. -¿El abuelo?. Pero mamá me dijo que tú te fuiste al cielo, hace cinco años. -Es verdad, pero Dios me ha dejado bajar un momentito porque quería decirte una cosa. -¡Y qué es!- se incorporó Manolito entusiasmado. -Dame la mano, artista. Y tras tenderle una mano, el abuelo la apretó con las suyas y empezaron a flotar en el aire, como si estuvieran en un ascensor invisible. Entonces, el abuelo se dirigió hasta la puerta de la habitación manteniendo a Manolito cogido de la mano, flotando y flotando cerca del suelo hasta que cruzaron el salón saliendo a la calle por la ventana que había encima del Belén. Manolito se tapaba los ojos con la otra mano para no mirar abajo, pero el abuelo le dijo: -¡No te preocupes, mientras no te sueltes de mí no te caerás, ja, ja, ja!. ¡Aprovecha y mira lo bonita que está la ciudad desde aquí!. Manolito se destapó los ojos y observó el paisaje mientras las frías y saladas brisas de la noche envolvían su acalorada sorpresa. Poco después, se aproximaron a un edificio y entraron en él por una ventana de la segunda planta. La ventana daba a uno de los pasillos de las escaleras del portal, donde finalmente se quedaron de pie, frente a una pared continua al ascensor. -Observa, Manolito; te he traído aquí para que veas que no debes estar triste por las familias pobres, ya que eso depende de la propia familia. -Pero depende del dinero que tengan, ¿no?- le miró su nieto, confuso. -Bueno, al principio parece que sí, pero las apariencias engañan, Manolito. ¿Qué te parece si vemos una familia pobre y después una que no lo sea?. Manolito decía que sí sólo con la cabeza, ya que ver a una familia pobre le ponía muy triste. Entonces, el abuelo formó con un brazo un círculo en la pared al tiempo que éste se volvía transparente, de forma que observaron a través de él una casa muy bonita, llena de cadenetas y guirnaldas, un Belén y un árbol de Navidad grandes y adornados con lucecitas, y todo así envuelto por los villancicos de un equipo de música, que sonaba tan bien que las canciones llegaban a cualquier rincón de la casa. -¡Ja, ja!. ¡Te has confundido, abuelo- le comentaba Manolito sonriente-, esta no es la familia pobre!. -¡Bueno, da igual, observemos primero esta familia!- sonreía también el abuelo. Entonces, Manolito volvió la cara hacia la pared y se fijó en dos niños que se estaban peleando por colocar, de una forma u otra, una figurilla del Belén. Se estuvieron empujando hasta que uno de ellos se golpeó la nariz con la mesa, se hizo sangre y se puso a llorar. La madre apareció rápidamente gritando a los dos: -¡Estaos quietos ya!. Seguidamente, mientras ella le curaba la nariz, el padre, que se asustó mucho, los castigó encerrándoles en el dormitorio y diciéndoles: -¡Siempre tenéis que hacer una trastada!. ¡Pues vosotros os lo buscáis!. ¡Ya no vamos a ir a casa de los titos!. Y la madre añadió: -¡Para que en Nochevieja hagáis lo mismo!. Y visto aquello, el círculo de la pared dejó de ser transparente, de manera que Manolito se volvió a su abuelo y le dijo: -¡No puedo creer cómo pueden ser tan malos cuando tienen tanto!. -Y eso que solamente son dos hermanos- prosiguió su abuelo-. No como la familia que vamos a ver ahora- le cogió otra vez de la mano y, flotando en el aire, como si estuvieran bajo el mar buceando, salieron afuera por la misma ventana de antes. Llegaron hasta una vieja barriada del casco antiguo dominada por casas de época, que no por ello eran casas feas, sino todo lo contrario, y quedaron en pie frente a la parte trasera de una de ellas. Entonces, el abuelo hizo sobre la pared lo mismo que en el edificio, y se pudo ver en el interior de la casa un sencillo hogar con cuatro adornos navideños, un pinito en sus primeras semanas de vida decorado con figuras de papel, y un Belén que construían en ese momento, también con figurillas de papel, los cuatro hermanitos de aquella familia. -No consigo hacer bien las patas de las ovejitas- dijo el más pequeño. -¿Qué tal si terminas de hacer las bolitas de nieve para rellenar lo que queda de Belén- le decía el mayor, ofreciéndole la caja con los trocitos de papel- mientras yo termino con las ovejitas?. -Es que... hacer bolitas de nieve es muy aburrido- sostuvo su hermanito. -Pues entonces aparta las ovejitas sin patas, que yo se las pongo después- solucionó de nuevo el mayor. -¡Vale!. Los otros dos, o mejor dicho, las otras dos, pues eran chicas, terminaban de colorear el bonito paisaje que hubieron dibujado sobre varios folios pegados, para colocarlos a modo de decorado tras el Belén. Y entonces aparecieron los padres. -¡Eh, acabaréis provocando una invasión de ovejitas en el Belén!- lanzó el padre. -Así que venga; vestiros que se va hacer muy tarde para ir a casa del vecino- añadió la madre. Y los hermanos, entre risas y risas, botaron para ir a lo mandado. Entonces, el círculo transparente de la pared se fue cerrando, y Manolito quedó pensativo mientras su abuelo le miraba sonriente. -¿Qué piensas, Manolito?- le dijo. -Que en realidad la familia pobre es la primera que vimos, y esta otra es la familia rica. -¡Exactamente, hijo!. Rica en espíritu; rica en felicidad- aclaró el abuelo con el índice de una mano levantado-. ¡Aunque los dos hermanos de la familia anterior, durante la cena, les pidieron perdón a sus padres, y ellos le perdonaron!. -¿Ah, sí?. ¿Al final fueron a casa de sus titos?- preguntó Manolito con entusiasmo. -¡Sí!. Pero de nada sirve. -¿Por qué?. -Porque volverán a pelearse; esta vez con sus primos, y será difícil hacerles escarmentar. -Vaya- expresó Manolito con la cabeza agachada-. Verdaderamente es una familia más bien, pobre. -Pero porque los dos hermanos se lo buscan, Manolito, ya que ellos mismo podrían hacer de su familia una familia rica. Te llevaría a que lo vieras, pero... - titubeaba el abuelo. -Ya sé. No hace falta. ¿Para qué iba a querer verlo?- decía Manolito con lógica, ante el asentimiento del abuelo-. Papá dijo que si una familia está unida nunca será pobre. -Y tal y como has visto, tu padre tiene razón. Se miraron y sonrieron mientras Manolito le daba la mano y le decía: -¿Nos vamos?. -Nos vamos. Y a pesar del precioso viaje, Manolito dio un bostezo, así de grande era el sueño que tenía. Pronto llegaron a la ventana por donde salieron antes, aunque tuvieron que frenarse justo delante de ella porque la encontraron cerrada. No obstante, como el abuelo también tenía las llaves del piso entraron por el portal; el "Delfín" siete. -Tu padre se habrá levantado de la cama para cerrar la ventana. Él siempre ha sido muy friolero. ¡Nos ha dado una buena lección, porque!... ¿Qué es eso de entrar por la ventana?, ¡ja, ja, ja!... -¡Ja, ja, ja!- reía Manolito, imaginándose el coscorrón que pudieron haberse dado. Asimismo subieron tranquilitos hasta la tercera planta. Y ya en la habitación, Manolito, al cual se le cerraban los ojos a pesar de lo bien que lo estaba pasando, se tumbó en la cama mientras el abuelo le echaba las mantas y le decía que él ahora debía regresar al cielo. -Te echamos de menos, abuelo- le dijo Manolito, aunque evitando ponerse triste. -Ya lo sé, artista... lo sé porque yo siempre os veo desde arriba. Por eso no te digo adiós, sino hasta luego- y le hizo cosquillas en la barriga. -¡Hasta luego, entonces!- exclamó Manolito más contento. -Hasta luego- se acercaba el abuelo a la puerta de la habitación- ¡Ah, Manolito!. ¡Dile a tu abuela que las croquetas no llevan tanta harina, "córcholis"!. -¡Ja, ja, ja, vale!. Y fue saliendo de la habitación agitando la mano. Al día siguiente Manolito se despertó con la misma sonrisa con la que se durmió. Desayunando en la cocina explicó a sus padres lo que le había pasado durante la noche, y la madre le preguntó: -¿Y qué te dijo?. -Que papá tiene razón; que yo no debía estar triste por las familias pobres, ya que la riqueza depende de la familia. Acto seguido se fijó en que el árbol de Navidad estaba adornado igual que antes; tal y como lo hubo adornado él. Miró a su madre y ella le explicó: -A última hora tus primas comprendieron que ese árbol de Navidad es tuyo, y que debían adornarlo tal y como tú lo dejaste. -¡Pues esta familia es rica, riquísima, millonaria!...- expresaba Manolito ante las risas de sus padres. -Voy a por la cámara automática para hacernos una foto- marchaba el padre a su habitación. A la vuelta, con la cámara en las manos, se asomó un segundo a la ventana del salón, miró al cielo, y dijo: -¡Vaya, es la primera vez que me das la razón en algo, papá!. Y bien que se diga, "colorín colorado, este cuento se ha acabado".


FIN


Esta entrada ha sido realizada por Ana Martín García.




LÍO DE PERROS, GATOS Y RATONES




Personajes
El Rey
Perro Nerón
Perro Napoleón
Asamblea de Perros
Gato Ladrón
Gato Garabato
Asamblea de Gatos
Ratón Ladrón
Ratón Pérez
Asamblea de Ratones

Escenografía

Un corral.

Ideas para la Representación

Al hacer los títeres de funda, tengan cuidado de que los ratones sean más chicos que los gatos y los gatos un poco más chicos que los perros. Claro que pueden hacer cuantos ratones, gatos y perros quieran con las instrucciones de las págs. 15 y 17 Una buena idea para las asambleas de ratones, gatos y perros es hacer sólo las cabezas y colocarlas con una liga detrás de un trasto en donde estén los cuerpos pintados. Al menor movimiento, todas las cabezas dirán que sí al mismo tiempo y bastará una sola tira de madera para sostenerlas.

Aparece en la escena el rey con un papel desenrrollado y hace como que lee. Entran el perro Nerón y el perro Napoleón y se quedan escuchando.

Rey
pomposo

Yo, el rey, ordeno que todos los perros del mundo tengan derecho a:

ir de viaje con sus amos, a participar en carreras y concursos, a dormir en cojines, a comer en plato, a jugar con pelotas, a que los bañen, los cepillen y los traten con cariño.

Deja de leer y entrega el papel al perro Nerón.

Hago entrega de este importante documento a los perros para que sus derechos sean respetados.

Sale solemnemente de escena. Los dos perros bailan de felicidad.

Nerón

Vayamos a la asamblea de los perros para dar la noticia.

Salen de escena. Aparece asamblea de perros. Entran Nerón y Napoleón

Nerón
firme y feliz

Compañeros perros: Es un honor informarles que en este papel están escritos nuestros privilegios.

Varios perros

¿Privilegios? ¿Qué es eso? ¿Con qué se come? ¡Qué palabra más rara!

Nerón

Privilegios quiere decir... ummmm (Tose) ¿Cómo les diré?... pues esas cosas buenas a las que sólo nosotros tenemos derecho. ¿Entendieron?

La asamblea ladra que sí.

Napoleón
decidido

Pero no es ésta la hora para perder el tiempo con palabras difíciles. Es hora de pensar cómo cuidaremos este importante papel.

Perros
dudosos

Guau.., guau... ¿Qué haremos?

Nerón

¡Ya sé! Te nombro a ti, Napoleón, guardián de este documento (entrega el rollo). No lo sueltes ni de día de noche.

Napoleón
Firme

Es un gran honor. (Hace una reverencia).

Nerón

Se levanta la sesión.

Todos salen de escena entre alegres ladridos. Se queda Napoleón.

Napoleón
tranquilo

Bueno, ya todos se fueron a sus casas. Tendré que estar con los ojos muy abiertos... aunque (Bosteza) . . .tengo muchísimo sueño... (Bosteza) ... No creo que nadie venga por aquí... (Bosteza) me está ganando el sueño... pondré el papel debajo de mi brazo, aquí, bien escondido y me echaré un ratito.

Se echa y ronca a más y mejor.

Entra el gato ladrón.

Gato ladrón
(Canta)

Tengo una novia ingrata es una blanca gata que no me da la pata. (ve al perro.)

¿Y este perro? ¿Qué hace por aquí? Menos mal que está roncando.

Ronquido del perro. El gato se asusta. Vuelve a acercarse con cuidado.

Tiene un papel enrollado debajo del brazo.. voy a tratar de sacárselo con mucho cuidadito... (Se lo quita, lo desenrrolla y lee.)

"Yo, el rey" (Sigue leyendo con los ojos, está enojado.) ¡Con que ésas tenemos! ¡Todos los derechos para los perros! ¿y a nosotros, qué? Es como para ponerse verde de envidia. Voy a llevar este importante papel a la asamblea de los gatos. (Sale)

El perro despierta y sale corriendo.

Entra asamblea de los gatos. Muchos maullidos. Aparece el gato ladrón con el papel enrollado.

Gato ladrón
sofocado

¡Compañeros gatos! En este documento que me acabo de robar está escrita una gran injusticia. El rey concede todos los derechos a los perros... y a nosotros... ¡nada!

Gato Garabato

¡No puede ser! Nosotros... que somos tan guapos, tan distinguidos y elegantes... que adornamos las casas y somos tan limpios.., nos dejan sin derechos

Maullidos furiosos de toda la asamblea.

Gato ladrón

La solución es esconder este papel para que así los perros no puedan probar sus derechos.

Asamblea de gatos

¡Sí... sí!... ¡aprobado!

Gato ladrón

Lo esconderemos debajo de ese montón de basura. (Esconde el papel.) Ya quedó bien escondido. Vámonos.

La asamblea de gatos sale de escena. Entra un ratón volteando de un lado a otro.

Ratón ladrón

Iiiii... Iiiii... Los gatos creyeron que nadie los veía. ¡Qué tontos! Y yo, bien escondidito en mi agujerito y ni los bigotitos me vieron... (Se acerca al montón de basura.) Voy a ver qué escondieron ahí...Jijijiji... Es un rollo de papel. (Lo saca y lo desenrolla) Jijiji... ¿qué dirá? (Lee con los ojos.) Dice cosas muy importantes... Jijiji... llevaré este papel a la asamblea de ratones.

Sale corriendo. Entra la asamblea de los ratones y luego entra corriendo el ratón con el rollo de papel.

Ratón ladrón
firme

¡Honorabilísima asamblea de honorables ratones! Acabo de encontrarme este importantísimo papel donde se les dan "todos los derechos" a los perros. Pude ver cómo un gato lo escondió en la basura y creo que nosotros debemos guardarlo. Así nos respetarán tanto los perros como los gatos.

Asamblea de ratones

¡Claro! ¡Claro! ¡Claro!

Ratón ladrón

Pensándolo bien, ¿qué tal si nos comemos el papel? Así nadie nos lo robará.

Todos los ratones hacen como que roen el papel hasta que desaparece, y salen de la escena. Entran Nerón y Napoleón.

Nerón

Napoleón, vengo por el documento que te dimos a guardar.

Napoleón
abochornado

Te confieso, Nerón, que me dormí y me lo robó un gato. Cuando me di cuenta iba muy lejos y lo perdí de vista.

Nerón

Vamos a la asamblea de los gatos.

Salen. Entra la asamblea de los gatos, y luego Nerón y Napoleón.

Napoleón
furioso

¡Gatos ladrones! ¡Devuelvan el documento que me robaron!

Gato ladrón

La triste verdad es que lo escondimos debajo de un montón de basura y ha desaparecido. Seguramente fueron los ratones. Vamos a la asamblea de los ratones.

Salen de escena el perro Napoleón y toda la asamblea de gatos. Aparece asamblea de los ratones y entran corriendo Napoleón y el gato ladrón.

Gato ladrón

¡Ratones ladrones!

¿Dónde está el documento que se robaron?

Ratón Pérez

Para que lo sepan: nos lo comimos. Así nos respetarán tanto los perros como los gatos.

Gato ladrón

¡Qué respeto ni que nada! ¡Ratones ridículos! De hoy en adelante, ¡cuídense!, porque de ustedes no dejaremos ni la cola.

Napoleón
furioso

Y ustedes, gatos, vayan con cuidado, porque siempre les correremos detrás y no los dejaremos en paz por ladrones y entrometidos.

El gato corretea al ratón, el perro corretea al gato dando vueltas por la escena entre chillidos, maullidos y ladridos.

Perro, gato, ratón

Guau.., guau... miau... miau... iiiiii... iii.

Voz de adentro

Este cuento ya se volvió un lío, ¿verdad? Pero al menos hemos podido saber por qué los perros corretean a los gatos y los gatos se comen a los ratones.


FIN


Esta entrada ha sido realizada por José Daniel Moreno Castillo.


LOS CIEGOS Y EL ELEFANTE



Personajes:
Niño
Ciego 1
Ciego 2
Ciego 3
Ciego 4
Ciego 5
Ciego 6
Guía

Cuento islámico

Escenografía

Una ciudad árabe.

Ideas para la Representación

Los muñecos pueden ser de funda o de varilla. Si son de funda, un actor puede manejar dos títeres al mismo tiempo (aunque es algo cansado). Si son de varilla, sólo un títere a la vez. La ventaja de esta última forma es que se ve más claro el movimiento de los ciegos al tocar el elefante.

El elefante puede hacerse de cartón recortado, con articulaciones o sin ellas y sostenerse con una o dos tiras de madera pegadas por atrás para moverlo en escena.

Si alguno de ustedes toca un instrumento musical, se pone a tocar atrás del teatrito mientras un ciego hace como que toca el mismo instrumento.

Los ciegos deben de llevar bastones amarrados (y movibles) a una mano.

Cuando los ciegos se golpean, tengan cuidado de no destruir los títeres, solamente den la idea de que se pegan.

Esta obra pueden representarla ustedes en teatro si se atreven a inventar un elefante grande.

El niño entra a escena corriendo.

Niño
Grita

¡Un elefante! Vengan a verlo, ya viene, va a pasar por esta calle. Salgan todos, vengan a ver al elefante... Va saliendo... ¡Un elefante!...

Los seis ciegos van entrando despacio a escena con sus bastones.

Ciego uno

Yo no sé cómo es un elefante.

Ciego dos

Yo tampoco lo conozco.

Ciego tres

Ni yo.

Ciego cuatro

Me gustaría saber cómo es un elefante.

Ciego cinco

Esperaremos a que pase por aquí y podremos tocarlo.

Ciego seis

Lo tocaremos con las manos. Nuestros dedos son nuestros ojos.

Guía
Entra con el elefante

Abran paso, señores, dejen pasar a este gran elefante... no les vaya a pisar un callo.

Ciego uno
Avanzando

Buen hombre, deja a estos pobres ciegos tocar a tu elefante. Queremos conocerlo.

Guía

Está bien, acérquense uno por uno. Es mansito, no le tengan miedo. Es bueno.

Regresa a su lugar

Ciego uno
Avanza y toca el cuerpo del elefante

Ummmmm... ya me doy cuenta: el elefante es igual a una pared no muy lisa.

Ciego dos
Se acerca y le toca una pata

No, no es cierto lo que dices. El elefante es igualito a un árbol. Vuelve a su lugar

Ciego tres
Le toca un colmillo

¡Mentira y mentira! Mis manos me dicen claramente que el elefante es muy parecido a una lanza. Regresa a su lugar

Ciego cuatro
Le toca una oreja

Ustedes están completamente equivocados. Yo también lo toqué y estoy seguro de que es como un abanico, y mis dedos no me engañan. Vuelve a su lugar

Ciego cinco
Le toca la trompa

Pues a mi no me engaña nadie; estoy seguro de que el elefante es parecido a una serpiente. Vuelve a su lugar

Ciego seis
Le toca la cola

¡Ninguno de ustedes sabe cómo es el elefante! Yo opino que es como una cuerda que sirve para amarrar bultos. Regresa a su lugar. Todos se agitan

Ciego uno

¿Cómo te atreves a insultar de esa manera? Estoy seguro de que es una pared.

Ciego dos

Les digo que es un árbol.

Ciego cinco

¡No! ¡Es una serpiente!

Ciego tres

¡Qué serpiente ni qué nada! ¡Estoy seguro de que es una lanza!

Ciego cuatro

¡Mentira! Es un abanico.

Ciego seis
Grita

¡Es una cuerda, una cuerda!

Todos tratan de pegar a los demás pero no siempre atinan. Se hace una gran confusión y todos hablan al mismo tiempo.

Todos en desorden:

A mí nadie me contradice... ¡Toma!... Ay, ay... pero si yo tengo razón... Es una cuerda... Es una pared... Una lanza, una lanza... No, un abanico, te digo que un abanico... Un árbol, es un árbol... ¿Quién me pegó? ¡Ay mi espalda!

Guía
Lucha por separarlos y esquiva los golpes

¡Calma, calma! ¡Ya esténse quietos!... oigan... escuchen... atiendan... Yo les explicaré todo. Se va haciendo poco a poco el silencio. Todos resuellan, se quejan. Todos creen tener razón, pero ninguno la tiene. ¿Saben por qué?

Todos

¿Por qué? ¿Por qué?

Se sube sobre el elefante

Guía

Porque cada uno de ustedes tocó una parte del elefante. El que tocó el cuerpo pensó que era una pared. El que tocó la pierna creyó que era como un árbol. El que tocó uno de los colmillos se imaginó una lanza. El que alcanzó a tocar la oreja se figuró un abanico. El que tocó la trompa se acordó de la serpiente y el más chaparrito, que sólo alcanzó a tocar la cola, estaba seguro de que el elefante era como una cuerda.

Ciego cinco

Ahora entiendo. Sí, eso fue lo que pasó y nos enojamos mucho.

Guía

Se enojaron tanto que hasta de palos se dieron.

Ciego uno

Nos portamos como tontos.

Ciego dos

En lugar de pensar, nos pusimos tercos.

Ciego tres

. . . Y furiosos.

Ciego cuatro

En lugar de tratar de entendernos.

Ciego cinco

Porque todos teníamos un poco de razón.

Ciego seis

Pero ninguno tenía la razón.

Guía

Claro, para conocer la verdad hay que conocer todas sus partes.

Ciego uno

Te damos las gracias, y también al elefante, por habernos enseñado que es mejor ponerse de acuerdo y tratar de conocer toda la verdad.

Ciego dos

Seamos amigos de nuevo.

Ciego tres

Conozcamos bien al elefante.

Todos van circulando alrededor del elefante tocándolo.


FIN


Esta entrada ha sido realizada por Ana Martín García